El fundador y consejero delegado de Evernote dice que su aplicación hace más inteligentes a móviles, tabletas y ordenadores
- Evernote consigue 53 millones de euros de inversión
Phil Libin cuida de sus relojes con mimo, son su tesoro más preciado. Eran su debilidad, pero estuvo a punto de empeñarlos cuando se vio sin fondos. Hace poco más de cuatro años no le llegaba ni para pagar las facturas y venía cómo su sueño se esfumaba. En 2008 Evernote daba los primeros pasos. Una madrugada mandó un último correo con el plan de negocios y decidió que al día siguiente su colección estaría en eBay. Al amanecer su suerte había cambiado, apostaban por él. Hoy la estantería del despacho, sigue marcando la hora.
Cinco años después Evernote es una de las aplicaciones más descargadas en móviles, tabletas y ordenadores. La empresa tiene 320 empleados. Cuenta con más de 60 millones de usuarios activos. Un tercio está en Estados Unidos. Dos millones son de España. Japón, que ya cuenta con cinco millones, China y Corea son los que registran un crecimiento más rápido. La aplicación, que se usa tanto en oficinas como en escuelas, tiene oficinas en San Francisco, su sede central, Austin, Zurich, Moscú, Tokio, Beijing, Sao Paulo y Taiwán.
La idea es sencilla. Evernote es un cuaderno de notas en el que se pueden añadir fotos, textos, citas y vídeos. Su fortaleza reside en la capacidad para ordenarlas por fechas y etiquetas y un gran acierto en las búsquedas. Su servicio, en principio es gratuito, pero si se consumen más de 60 megas de almacenamiento al mes es necesario pagar 3,8 euros (cinco dólares) al mes o 35 anuales (45 dólares). Además de ganar en espacio, los clientes de pago pueden buscar texto dentro de un PDF almacenado o ver cómo su trazo en la pantalla se convierte en texto.
Pregunta: ¿Cuál es su definición de Evernote?
Respuesta: Un sistema para móviles, tabletas y ordenadores para ser más inteligente. Confío en poder decir pronto que también funcione en gafas, relojes, frigoríficos y todo tipo de aparatos.
Nuestro modelo de negocio es opuesto al de los videojuegos, por ejemplo, cuyo valor se desmorona en cuestión de semanas.
P. Su aplicación se basa en la nube pero nunca hablar de ella, ¿por qué?
R. Es que no sirve de nada decirlo. Lo importante es que funcione, que todas las notas se sincronicen sin que se perciba. Evernote guarda copia local y en el servidor, de modo que no se pierde nada.
P. ¿Cómo ha cambiado desde los comienzos hasta ahora?
R. Es más sencillo, más claro. La finalidad es la misma, pero hemos quitado todo lo que era confuso.
P. ¿Merece la pena pagar por su servicio?
R. Depende del uso que se haga. Evernote es gratis. No se trata de un servicio freemium, porque funciona muy bien sin tener que pagar. Lo normal es que, a medida que cobra importancia, se planteen tener una experiencia superior. El 5% de los usuarios comienzan a pagar un año después de empezar a probarlo. A los dos años el porcentaje es del 11%. A los cinco, tenemos una tasa del 20%.
P. ¿Su modelo es como el muro de pago de los diarios?
R. No exactamente. En Evernote, cuanto más se usa, más valor se aporta. Las noticias, en cambio, mantienen un valor constante, porque se refrescan y renuevan. El factor novedad es lo que les da valor. Evernote tiene un modelo de negocio opuesto al de los videojuegos, por ejemplo, cuyo valor se desmorona en cuestión de semanas. Empiezan en alto y a las pocas semanas bajan.
P. Una de sus primeras decisiones fue abrir el código para que otros creasen programas basados en Evernote, ¿qué resultados les ha dado?
R. Además de ayudarnos a crecer y darnos a conocer nos ha servido para tener un censo de 25.000 desarrolladores. En total hay 300 aplicaciones que acceden a Evernote. Algunas, como Evernote Food, dedicada a recetas, comida y gastronomía, está hecha por nosotros.
P. ¿Qué papel juegan las redes sociales?
R. Ahora mismo, ninguno. En los comienzos nos sirvieron para darnos a conocer, pero no somos sociales, ni queremos serlo. No pensamos en tus amigos, sino en ti. Evernote es privado, por eso no tenemos anuncios, ni hacemos análisis de datos, ni nada parecido. Nos centramos en dar un buen servicio.
P. ¿Qué opinan de sus competidores?
Evernote es privado, por eso no tenemos anuncios, ni hacemos análisis de datos. Nos centramos en dar un buen servicio.
R. Nada. Esto es un negocio, no un deporte. Aquí no hay una guerra, ni un ring de boxeo. No se trata de ganar o perder, sino de ganar todos. Vivimos en un ecosistema y nos apoyamos unos a otros. Yo lo veo como si fuéramos un grupo de música, a la gente le gustan varios. Algunos de nuestros socios son Facebook, Apple, Amazon o Google. Trabajamos con ellos aunque también compitamos en algunos aspectos.
P. ¿Qué pensó cuando Google lanzó Keep para hacer lo mismo que su producto?
R. Me pareció bien. Nos beneficia. Keep no hace lo mismo que nosotros. Al contrario, muchos pueden probarlo, ver que les resulta útil y cuando necesitan algo más avanzado, llegan a Evernote. Con nosotros sucede lo mismo que con las aplicaciones para consultar el tiempo o la bolsa. A muchos les vale con la que tiene por defecto en el móvil, el que quiere hacer deporte al aire libre o tiene una cartera de inversiones, busca algo mejor y paga por ello.
P. ¿Cómo será Evernote dentro de cinco años?
R. Me gustaría que se mantuviera el espíritu de las startups, no cinco años, sino 100. Que no se pierda la pasión, la innovación, la capacidad para reaccionar rápido. Tengo claro que esto es solo el comienzo. La próxima revolución será la de los aparatos. Internet estará en todo tipo de electrodomésticos y prendas inteligentes. Evernote tiene que estar ahí.
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