lunes, 8 de julio de 2013

La BBC suspende la programación 3D por falta de interés del público


                  La cadena deportiva ESPN anunció la misma medida en junio

La radiotelevisión pública del Reino Unido, la BBC, ha anunciado la suspensión indefinida de la programación en 3D "por falta de interés del público", según ha anunciado Kim Shillinglaw, máximo responsable de 3D en la cadena.

La BBC comenzó a emitir en 3D en el año 2011. El verano pasado difundió con esta tecnología los Juegos Olímpicos de Londres, sin embargo solo la mitad de los 1,5 millones de televisores con 3D los vieron así. El último mensaje de la reina por Navidad solo cautivó al 5% de los potenciales televidentes, según los datos de la misma cadena.

"Nunca he visto un gran apetito por la televisión en 3D en el Reino Unido", ha dicho Shillinglaw en una entrevista a Radio Times. "Vamos a ver qué pasa cuando termine la recesión, si puede haber más asimilación de las series, pero creo que la BBC va a tener una actitud de esperar y ver", añadió.

El pasado fin de semana, la emisora transmitió en 3D las finales de tenis del torneo de Wimbledon. La última emisión con esta tecnología será en noviembre.

La BBC no es la primera cadena que toma esta decisión. En junio la norteamericana de deportes ESPN también anunció el cierre, para final de año, por el mismo motivo de falta de interés del público. En todo Estados Unidos apenas hay 120.000 seguidores de los programas en 3D. 

La ESPN comenzó a emitir con esta nueva tecnología en 2010. A sus abonados por cables les aumentaba la suscripción mensual en un par de dólares si optaban por este tipo de programación.

Los altos costes, tanto para los productores como para los consumidores, está acabando con esta incipiente tecnología en el medio televisivo, mientras crecen las dudas en el mundo del cine. Mientras los productores de estas emisiones tienen que emplear cámaras diferentes a las habituales,los consumidores deben cambiar, habitualmente,de aparato y además comprar gafas especiales para cada miembro de la familia, aunque algún fabricante ya había lanzado televisores sin necesidad de gafas, pero a unos precios que desanimaban al consumidor.

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