En una época en la que las amistades se miden por el número de contactos en Facebook quienes buscan en internet algo más que amigos han encontrado su particular cupido en redes sociales como Tinder que convierte sus teléfonos móviles en herramientas para el flirteo.
Vista del dispositivo móvil ZTE Open, el primer "smartphone" o teléfono móvil "inteligente" del mundo con sistema operativo abierto Firefox OS que Telefónica comercializa desde hoy en España por 69 euros (unos 90 dólares), y con el que busca competir con Android (Google) e IOS (Apple) y que próximamente lanzará en varios países latinoamericanos. EFE/Javier Lizon
Con menos de un año de vida, Tinder, solo disponible para dispositivos de Apple, es ya una de las aplicaciones gratuitas más populares en EEUU, según AppData, después de hacer furor en las universidades del país como una forma fácil, rápida y adictiva para conocer gente nueva.
El servicio ha generado ya más de 75 millones de citas de las cuales únicamente 50 han terminado en boda, según Business Insider, lo que evidencia su utilización como medio para conseguir relaciones esporádicas.
Los usuarios se dan de alta con su perfil de Facebook, seleccionan su foto de presentación, el rango de edad de las personas que le gustaría contactar y establecen un área de búsqueda.
El resultado es un conjunto de imágenes de personas que encajan con esos parámetros genéricos.
Quienes sean del agrado estético del usuario se marcan con un “me gusta” de forma anónima y solo en el caso de que las dos partes se sientan atraídas mutuamente se revela su identidad y se les permite intercambiar mensajes.
“Yo ya apenas uso Facebook”, dijo un usuario habitual de Tinder que no quiso revelar su identidad públicamente y que confirmó que se trata de una red social “muy sexual” aunque también puede llevar a encuentros más serios.
En un intento de ampliar el uso de Tinder, sus creadores, la empresa angelina Hatch Labs, lanzó en mayo la opción de “Matchmaker” que permite al usuario ejercer de “Celestina” y presentar de forma virtual a dos de sus amistades de Facebook que crea que hacen buena pareja sin necesidad de revelar su información de contacto.
Similar a Tinder es su predecesor Hot or Not, que triunfó a principios de la década pasada como portal de internet en el que se puntuaba al prójimo en función de su apariencia física y que ahora sobrevive como aplicación los que tengan curiosidad por saber cuáles de sus amigos en Facebook estarían interesados en tener una aventura con ellos pueden recurrir a la aplicación Bang With Friends que funciona tanto para la versión web de la red social como en forma de aplicación para Android (en la AppStore no estaba operativa hoy por problemas técnicos).
Bang With Friends corre paralelo a Facebook y sirve para que el usuario indique de forma anónima cuáles de sus amigos le atraen sexualmente. De nuevo, el nombre no se revela salvo que el interés sea correspondido.
Para los que quieran encontrar su media naranja las opciones se amplían.
Portales de citas especializados en formar parejas duraderas y en los que se tienen en cuenta más factores además de la fotografía como Match.com, eHarmony o Zoosk cuentan con sus versiones para móviles, donde recientemente aterrizó también Let’s Date.
Al igual que en Tinder, Let’s Date localiza posibles parejas en un radio próximo al usuario, que para ser miembro necesita tener una cuenta activa en Facebook, en su caso con más de un año de antigüedad y con un mínimo de 50 amigos para evitar perfiles falsos en la medida de lo posible.
A diferencia de Tinder, Let’s Date elabora una ficha de identificación con los gustos e intereses de los usuarios y la expone al resto de miembros de la plataforma que de forma anónima pueden indicar qué les disgusta.
El sistema va aprendiendo así sobre las preferencias del usuario para proponer parejas que encajen mejor con sus inclinaciones.
No faltan las aplicaciones específicas para el colectivo gay, como Grindr o Mister, si bien Tinder está abierto a los encuentros homosexuale
“Yo ya apenas uso Facebook”, dijo un usuario habitual de Tinder que no quiso revelar su identidad públicamente y que confirmó que se trata de una red social “muy sexual” aunque también puede llevar a encuentros más serios.
En un intento de ampliar el uso de Tinder, sus creadores, la empresa angelina Hatch Labs, lanzó en mayo la opción de “Matchmaker” que permite al usuario ejercer de “Celestina” y presentar de forma virtual a dos de sus amistades de Facebook que crea que hacen buena pareja sin necesidad de revelar su información de contacto.
Similar a Tinder es su predecesor Hot or Not, que triunfó a principios de la década pasada como portal de internet en el que se puntuaba al prójimo en función de su apariencia física y que ahora sobrevive como aplicación los que tengan curiosidad por saber cuáles de sus amigos en Facebook estarían interesados en tener una aventura con ellos pueden recurrir a la aplicación Bang With Friends que funciona tanto para la versión web de la red social como en forma de aplicación para Android (en la AppStore no estaba operativa hoy por problemas técnicos).
Bang With Friends corre paralelo a Facebook y sirve para que el usuario indique de forma anónima cuáles de sus amigos le atraen sexualmente. De nuevo, el nombre no se revela salvo que el interés sea correspondido.
Para los que quieran encontrar su media naranja las opciones se amplían.
Portales de citas especializados en formar parejas duraderas y en los que se tienen en cuenta más factores además de la fotografía como Match.com, eHarmony o Zoosk cuentan con sus versiones para móviles, donde recientemente aterrizó también Let’s Date.
Al igual que en Tinder, Let’s Date localiza posibles parejas en un radio próximo al usuario, que para ser miembro necesita tener una cuenta activa en Facebook, en su caso con más de un año de antigüedad y con un mínimo de 50 amigos para evitar perfiles falsos en la medida de lo posible.
A diferencia de Tinder, Let’s Date elabora una ficha de identificación con los gustos e intereses de los usuarios y la expone al resto de miembros de la plataforma que de forma anónima pueden indicar qué les disgusta.
El sistema va aprendiendo así sobre las preferencias del usuario para proponer parejas que encajen mejor con sus inclinaciones.
No faltan las aplicaciones específicas para el colectivo gay, como Grindr o Mister, si bien Tinder está abierto a los encuentros homosexuale
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