Wiggins abandonó también el Giro de Italia debido a una infección pulmonar y regresó a su casa para descansar y recuperarse de cara a la cita francesa. Pero no ha podido entrenarse con regularidad ni participar en las carreras de preparación. De ahí la decepción del director del equipo, Dave Brailsford: «Es una gran pérdida, pero dadas las circunstancias no podemos contar con él para el Tour». También afirmó que el británico necesita descansar algo más y está convencido de que volverá a ser el gran ciclista.
El protagonista, Bradley Wiggins, también se mostró triste por la decisión: «Es una decepción no ir al Tour. Quería participar desesperadamente, por el equipo y por los aficionados, pero no ha sido posible. No pude entrenarme como debiera y no me encontraba listo. Una vez que lo acepté, fue como un alivio porque no tenía que preocuparme de luchar contra el crono para superar la lesión». Añadió que seguirá preparándose para nuevos retos y se centrará en objetivos a medio plazo y deseó suerte a sus compañeros: «El equipo tiene grandes ciclistas y tienen muchas posibilidades de hacer un gran papel». El médico del equipo explicó las dolencias que han apartado a Wiggins del Tour: «Superó la infección pulmonar, pero tuvo que someterse a un tratamiento intensivo en la rodilla porque la tenía peor de lo que pensábamos. Bradley necesita descansar completamente unos cuantos días y regresar de forma gradual en dos o tres semanas».
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