viernes, 31 de mayo de 2013

El segundo sospechoso de la muerte del soldado Lee Rigby sale del hospital


Michael Adebolajo, el segundo sospechoso de asesinar a machetazos al soldado británico Lee Rigby la semana pasada en Londres, salió hoy del hospital y fue trasladado a una comisaría para ser interrogado.

Adebolajo, de 28 años, permanecía ingresado en un centro hospitalario a causa de las heridas resultantes de los disparos de los agentes policiales tras el ataque, sucedido el día 22 en la calle y a plena luz del día.
Este sospechoso fue filmado por testigos con las manos ensangrentadas, empuñando un machete, y gritando que "la única razón por la que hemos hecho esto es porque hay musulmanes muriendo cada día" y que "este soldado británico es el ojo por ojo y el diente por diente".
El otro presunto islamista radical que habría participado en la muerte del militar, Michael Adebolawe, de 22 años, recibió el alta hospitalaria el pasado martes y ayer compareció, entre fuertes medidas de seguridad, ante la Corte de Magistrados de Westminster, en el centro de la capital británica.
Además, Scotland Yard confirmó hoy la detención de otros dos hombres, de 42 y 46 años, sospechosos de estar involucrados en el suministro de armas de fuego ilegales en este caso.
Con la última detención, ya son doce los arrestos en relación con el asesinato del soldado británico, si bien seis personas han sido puestas en libertad bajo fianza y dos mujeres han sido liberadas sin cargos.
Junto con la pesquisa policial, hoy comenzó la investigación judicial para establecer las circunstancias de la muerte de Rigby, ocurrida cuando se dirigía a su cuartel militar de Woolwich, en el sur de Londres.
En una breve vista, el inspector Grant Mallon, del comando antiterrorista de Scotland Yard, explicó que el soldado fue arrollado por un vehículo en el que viajaban los sospechosos (ambos británicos de origen nigeriano) y que posteriormente fue atacado con cuchillos.
La autopsia practicada a Rigby estableció que perdió la vida a causa de "múltiples heridas", informó la policía británica.
Hasta el cuartel de Woolwich se dirigió hoy la reina Isabel II, que tenía programada esta visita desde antes de la brutal muerte del joven, que pertenecía al Segundo Batallón del Regimiento Real de Carabineros y había servido en misiones en Afganistán.
La soberana, de 87 años, saludó a los superiores de Rigby, marcó en privado su fallecimiento y asistió a una ceremonia militar en su honor en el cuartel de la Artillería Real.
Paralelamente, la familia del soldado, natural de Manchester (norte de Inglaterra), agradeció hoy el apoyo recibido y pidió "calma" ante la conmoción que el ataque ha generado hacia la comunidad musulmana.
Tras el violento asesinato, grupos de extrema derecha, como English Defence League (EDL), se han manifestado en algunos barrios de Londres con eslóganes contrarios a la comunidad musulmana y algunas mezquitas resultaron atacadas.
La familia de Rigby agradeció a través de un comunicado divulgado a través del Ministerio de Defensa el "abrumador apoyo" de la gente y afirmó que el soldado no hubiera querido que "su nombre fuese utilizado como una excusa para atacar a otras personas".
"No deseamos que otras familias tengan que pasar por esta horrorosa experiencia y pedimos a todos que mantengan la calma y muestren su respeto de manera pacífica", añade la nota, firmada en nombre de la madre del militar

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