domingo, 30 de junio de 2013
El placer de tener un Macintosh desde 1984
Después de que la semana pasada ” El Retro” se tomara un día de descanso, hoy os traemos más aún si cabe sobre el ordenador del que hablamos la última vez.
Si, efectivamente se trata de El Macintosh de 1984, aquél que dió y sigue dando tanto qué hablar, ya que fue la primera y última sorpresa de Steve Jobs justo antes de verse obligado a dejar Apple Computers.
Antes de que todo esto llegara a estar en la mente de nadie, algo cambió en Apple. Y se creó el “logo Picasso” que se incluiría en el nuevo producto para darlo a conocer como a encarnación de lo que el Macintosh quería ofrecer al usuario. Una total visión de estilo y sutileza, lo que marcó el inicio de una nueva visión para la experiencia del usuario. Una experiencia que nunca antes había estado disponible.
Por primera vez, Apple pensó en la sensación que el usuario experimentaría durante el primer contacto con su producto. Esta tenía que comenzar en cuanto él o ella abriera la caja y comenzara a mirar a dentro. Y entonces se comenzó a cuidar y pensar los detalles de colocación y diseño de las cajas desde fuera hacia dentro. Atendiendo de esta manera al uso del color, forma, textura, orientación, etc. El resultado llegó en forma de embalaje del Macintosh. Realmente era una obra de arte exquisita.
Hoy día este tipo de aspecto dado para la apreciada experiencia del usuario, es más usada hoy día por los demás fabricantes, pero Apple sigue siendo actualmente la más significativa cuando en este frente. Es muy revelador por supuesto el hecho de que lo consiguieran hace tantísimos años, exactamente 29 años.
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