jueves, 6 de junio de 2013

Abuso de antibióticos, un problema de salud pública

En España la tasa de resistencia a estos medicamentos es una de las más altas de Europa. Los españoles están entre los europeos que más se automedican


El uso inadecuado de estos fármacos hace que sean menos eficaces.

Según la SEIMC, los dos grandes pilares del control de las resistencias se basan en el uso prudente de los antibióticos, sólo cuando se necesitan no en infecciones virales como resfriados, catarros y gripes, y en las medidas de control de la infección como el lavado de manos.

Tanto la población como los médicos deben tomar conciencia para evitar consumir o preescribir antibióticos de forma abusiva o incorrecta, porque las bacterias se vuelven resistentes y estos medicamentos dejan de tener eficacia para combatirlos. Este es el llamado de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) durante su congreso anual.

No seguir con rigor la prescripción médica, no tomar las dosis recomendadas a la hora indicada y durante todo el periodo hace que aparezcan resistencias en las bacterias, lo que, a la larga y para pacientes críticos que consuman estos antibióticos, representa un peligro de salud pública, al hacer menos o ningún efecto. Este gran problema no es una posibilidad a futuro ni ciencia ficción. Ya existen muchas bacterias que han desarrollado resistencias múltiples, según la Agencia Europea del Medicamento, y la existencia de nuevos antibióticos para combatirlos es escasa.

Las bacterias más resistente en España


España es uno de los países de Europa que presenta mayor tasa de resistencia a los antibióticos, según la Red Europea de Vigilancia de las Resistencias a Antibióticos y de Eurobarómetro. Los españoles están entre los que más consumen antibióticos y los que más se automedican. Específicamente, las bacterias que se han hecho más resistentes en España son las que provocan infecciones urinarias, como la Escherchia coli. y las que provocan neumonías, como el Streptococcus pneumoniae.

La situación se agrava cuando los médicos se dan cuenta que el antibiótico que se recomendaba hasta entonces es ineficaz y recurre a otros que se usaban hace décadas pero que se contraindicaron por los efectos secundarios. “La resistencia a los antibióticos es una prioridad de salud en toda Europa”, dice el doctor Rafael Cantón, representante de SEIMC. “Este problema debe ser abordado de manera rigurosa y mediante el trabajo en equipo de todos los sectores afectados”. Además, mientras más antibióticos se utilicen, mayor es el costo sanitario.

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