Algo que siempre nos sorprende mucho a los europeos cuando llegamos a California es la normalidad con la que se tratan las armas en Estados Unidos, y eso que precisamente, el estado de California es el estado que más conservador en cuanto al uso de las armas.
Nos sorprende, que cuando se discuten en el congreso los temas relativos a la tenencia de armas, ni siquiera se discuta la posibilidad de si armas sí o no, si no que se hable sólo si limitar los calibres a los que tiene acceso la población, y restringirlos para uso militar.
Para que os hagáis un idea, para obtener el permiso de armas, hay que ver un vídeo de seguridad de una media hora y hacer un test muy sencillo, que, según me contaron, hasta una niña de 12 años puede aprobar sin ni siquiera haber visto el vídeo. Una vez aprobado el test, lo único que tienes que hacer es esperar 5 días para poder comprar un arma, prácticamente de cualquier tipo, y sin necesidad de tener ningún tipo de experiencia previa, las únicas restricciones, tener más de 21 años y no tener antecedentes penales.
La constitución de los Estados Unidos es prácticamente un documento “sagrado” para los estadounidenses que no admiten que se cuestione en ningún momento, y el derecho a la posesión de armas está contemplando, en nada menos, que la segunda enmienda. Aunque ésta deja claro que sólo se puede usar un arma para defensa personal en el caso de que veamos que peligra nuestra vida, o, por supuesto, uso deportivo.
Es normal que con un uso tan “normalizado” de las armas de fuego y la falta de educación, ocurran en Estados Unidos las desgracias que todos solemos ver en las noticias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario